San Valentín...

Había olvidado saludarlos, pero más vale tarde que nunca.

Si me preguntan si salí, pues diré que no :'( Me la pasé en mi casa vendiendo entradas por internet, y lo más gracioso fue que casi todo el elenco de mi obra estaba conectado. Nos quedamos hablando sobre qué cosas haríamos después de la obra, ¡teníamos que salir aunque sea a la esquina!, ¡pero vernos!

Me lllegaron sms de varias personas, hasta aquellas que casi nunca veo. Me hicieron sentir muy bien, no necesité salir para poder pasarla bien con mis amigos. Hasta que llegó la madrugada, es decir, las primeras horas del 15...

Ring, ring.

Mi celular estaba sonando a las 3am. Y yo no lo dejo prendido para que me llamen, sino para usarlo como despertador. Claro que siempre estoy disponible para hablar cuando mis amigos o amigas me necesiten, pero precisamente en ese momento estaba totalmente dormida. Ví el nombre de mi amiga en la pantalla, y contesté.

- ¿Aló?
- ¿Caro?, ¿mañana hay ensayo?

¿¿¿Quién pregunta eso a las 3am???

- Ehh...no. No nos veremos hasta el sábado. Dedícate a mover entradas no más...

Yo escuchaba la bulla del fondo, debía estar en una discoteca.

- ¡Caro te quieroo!, ¡eres la mejor directora del mundo!, ¡la mejor!, ¡feliz día de San Valentín!

Está bien, era un hecho. Mi querida amiga estaba ebria.

- ¿***?, ¿estás bien?
- Caro, acá no me quieren acompañar al baño, ¿me hago en mi pantalón?
- ¡¿Qué?!, ¡no, ***!, ¡anda al baño!, ¿estás bien?, mejor ve a casa, es muy tarde.
- ¡Sí estoy bien, sólo quería saludarte!, ¡te quiero un huevo Caro!, ¡que la pases bravazo!, ¡y recuerda que no necesitamos hombres para pasarla bien!
- Eh... sí, sí. Claro, *** nos vemos el sábado, descansa, ¿ok?
- ¡¿Qué?!, ¡no te escucho!
- ¡Que descanses!
- ¡Ah ya!, ¡nos vemos mañana!
- ¡Que mañana no hay ensayo!, ¡el sábado!
- ¡Ya, nos vemos mañana!

Dios mío gente... ¡no beban hasta alcoholizarse de tal manera!