La Parada Artística

Tienes que soñar en grande para ser grande.

18 diciembre 2008

Me mudo

Bu.

Aios.

Bueno, un Hola desde aquí.

16 diciembre 2008

Bush me alegró el día

Nunca pensé que diría eso pero así fue.

Iba a hacer mi catarsis y a deprimirme más de lo que he estado estos días por haber "perdido amigos" (aunque creo que simplemente descarté personas que fingían serlo) cuando entré al blog del Cronista y vi este video:



Definitivamente, Bush es un idiota... pero hace reír.

13 diciembre 2008

Vacía

Ya me había acostumbrado a acostarme tarde y levantarme temprano, dos o tres horas después de haberme ido a dormir mayormente.

Ahora, a pesar de que sigo trabajando en la producción de abril del 2009 y en las actividades navideñas, siento que tengo demasiado tiempo libre. ¿Qué hacer? Mi agenda tiene espacio hasta para ponerme a jugar michi.

Estaba acostumbrada a levantarme muy temprano con ojeras en las ojos por el cansancio, no tomar desayuno y tomar el primer micro hacia La Molina, si tenía clase, o hacia Miraflores, en caso de tener que ir al teatro o a hacer alguna gestión de la obra. Ahora mis días son ligeramente diferentes. He terminado mi semana de finales y me despierto bastante tarde (mediodía o más), almuerzo de frente y prendo la laptop para ver si tengo algún evento nuevo para organizar para este fin de año, juego con mi mascota del Facebook y mantengo mi Messenger abierto con la esperanza de que de pronto tenga que salir de urgencia hacia alguna reunión con un auspiciador o siquiera ir a hacer tramoya a alguna obra. Me siento vacía.

Pensé que aprovecharía estas vacaciones para descansar y sentir que vuelvo a tener una vida normal. Bah, no me gusta para nada. Extraño la universidad y estar en temporada. Extraño gritar mierda con todas mis fuerzas y ver a los chicos en escena. Tamare... tendré que apurarme con mi nuevo guión...

En casa me preguntan: ¿Qué planes para Año Nuevo?, ¿quisieras ir a Máncora?, Hijita, ¿irás con nosotros a la playa, no? Hemos alquilado casa. Pero no saben que lo que menos quiero hacer ahorita es alejarme más de lo que amo; sin embargo, quizás sea buena idea despejar mi mente, ya que metida en mi cuarto hago todo lo contrario.

Me gusta mucho la playa, quizás ahí esté la solución. Quisiera volver a probar un día de una chica de 19 común y corriente, salir a broncearme y comer un ceviche de los dioses. Pero, hoy - al salir de la función de Otelo, Pasión Morena (hilarante, por cierto) - me di cuenta de que extraño a mil las tablas, al punto de que casi cambio la comodidad de la butaca por la locura y el caos de entre cajas.

En fin, espero terminar repentinamente mi guión o recibir numerosos mails de eventos para diciembre. Por mi bienestar emocional, ojalá.

09 diciembre 2008

Etapa de cambios

Quién diría. Yo, en esta situación.

- Hace unos días terminé mi obra, en la que puse meses de duro trabajo, y ahora me encuentro en los preparativos de un show navideño para este mes de diciembre y otra obra para abril del 2009.
Nunca pensé que el avance se daría a pasos tan agigantados, pero así ha sucedido. Me llegan guiones, propuestas de producciones, incluso auspiciadores que me llaman diciendo que estarán encantados de volver a participar. ¡Así es todo un placer trabajar!

- En verano me mudaré. Bueno, no yo, sino todas mis cosas de Vodevil Producciones (¡la nueva web está en construcción!) y lo que ya no quepa en mi habitación (de teatro, entiéndase). Así es, en el verano del próximo año esta señorita, junto a su equipo de producción, alquilará la que será la primera oficina de la productora. ¿Distrito? Espero que Miraflores, ya que casi todos los teatros me quedarían cerquísima y me simplificarían los papeleos con la municipalidad y el transporte de escenografía y otras cosas. Al igual, estoy a punto de adquirir una van. Ajá, me quedaré en bancarrota pero la inversión vale la pena, gasto demasiado en camiones u otros medios para mover mis cosas. Por otro lado, así mi habitación volverá a ser eso, mi cuarto, mi lugar de descanso, libre y ordenado (ja, como si alguna vez lo hubiera estado...)

En fin, a pesar de que sigo trabajando duro, mi rostro irradia felicidad. Chiquitita me ha traído cosas que nunca creí, amigos que valen un Perú y todo tipo de experiencias que nunca pensé que ganaría. Si me preguntaran si repetiría la obra en caso de retroceder el tiempo y volver a tomar la decisión, no hesitaría y me lanzaría con todo, como hice hace varios meses.

- La vida universitaria ha pasado a segundo plano; sin embargo, no la descuido, pues soy consciente de que vivir del arte en este país no es tarea fácil, pero no imposible. Ojalá pues, ojalá se dé que no me pase la vida metida entre papeles durante el día y en ensayos de noche. Espero que, aunque sea un día muy lejano, el arte pague mis cuentas con tanta facilidad como me saca sonrisas y nuevos brillos en los ojos.

- De pronto mi celular dejó de timbrar para coordinar salidas al cine o al mismo teatro, sino que ahora se dedica a repicar para cobrar o pagar facturas, cuadrar cuentas, coordinar estrenos, conferencias de prensa, reuniones de producción, confección de vestuario o construcción de utilería... la shit, ¿a qué hora pasó?

- Ahora vivo en los cafés. Starbucks, Café Z, San Antonio, Mc Café, ¡el que sea! ¿Y saben qué es lo más gracioso? Yo no tomo café. Qué va, son cómodos y las reuniones de producción son más tranquilas allí, supongo que será así hasta que haya oficina.

Ya estoy escribiendo como Jen Thorndike, de a guioncitos... en fin, la cosa era reportarme, ya que he dejado medio abandonado este espacio que tan bien me acogió desde el momento en que lo abrí.

Saludos desde la vieja oficina (mi cuarto)

Aios.

05 diciembre 2008

Cine con Lombardi

Ahora fue el turno de Pancho Lombardi. Al igual que con Jimena hace unas semanas, el aclamado director peruano me recibió en la comodidad de su casa para hablar sobre el cine peruano y sus limitaciones:










Debería esperar a terminar mi documental, pero tomará más tiempo, ya que el ciclo se me acabó y no lo pude presentar a tiempo por andar como loca con la obra. En fin, quedará para la colección :) Paciencia no más.

02 diciembre 2008

Chiquitita, una obra de ensueño

Se acabó. El domingo 30 fue la última función y tuve teatro reventando. Todo como lo soñé, como lo imaginé desde que escribí el guión.


Aún recuerdo cuando lo escribí en casa. Hice al menos cuatro borradores hasta que quedó el final (del que igual hice varios cambios al dirigir la obra), lo llevé a la universidad a mostrarlo a unas amigas que estuvieron conmigo en la obra del verano y ellas me decían: Oye, es como tu hijo, ¿no? ¡Lo llevas a todos lados! Y sí pues, literalmente, lo llevaba a todos lados.

Al escribirlo había pensando quiénes encarnarían cada personaje y me emocionaba aún más al imaginarme la obra en físico. Muchas actrices pasaron por mi mente antes de encontrar a Débora, Jorge o al particular personaje de Ricardo, pero sé que al final elegí bien y la obra salió como siempre quise.

Tuve dos bandas antes de encontrar a la ideal. Los músicos se lucieron de principio fin. Gracias muchachos, lo hicieron extraordinariamente genial. Me costó encontrar incluso a los coristas adecuados, pero al final lo hice.

Algo que siempre me costó trabajo fue elegir bien al equipo de producción, pero - sin querer queriendo - en esta obra encontré al mejor equipo de la vida. Iniciativa propia, trabajo duro, apoyo, hombros para llorar, personas con quienes reír, con quienes me amanecí durante días tratando de que la obra salga como quería. Eso era lo más paja, ellos me estaban ayudando a cumplir mi sueño y, mejor aún, estaban cumpliendo también el suyo.
Todo valió la pena. Ver a los chicos bailar después de tanto duro ensayo. Verlos disfrutar de lo que hacían, mandarse sonrisas pícaras en escena. Fue alucinante. Ellos fueron los grandes responsables de que todo se haya hecho realidad.

Recordar el Montecarlo me hacía menospreciar indebidamente a otro teatro, pero en este me volví a sentir como en casa, con una nueva familia llena de personas que están allí para apoyar y para que las cosas salgan como deben ser.

Toda la locura de entre cajas y abajo en los camerinos es inolvidable. Mientras la gente ve una historia en el escenario no se imagina el caos (sí, caos) que hay detrás y que es provocado por el inmenso deseo de que todo salga como debe ser. Las cosas se hacen difíciles, especialmente, cuando hay una escenografía de avión en el sitio donde todos corrían a cambiar de extremo de escenario. Pero bueno, igual, todo salió increíblemente genial.

Con este musical me di cuenta de que tengo amigos verdaderos y que, a pesar de que perdí algunos, gané una experiencia maravillosa con la que gané nuevos amigos, conocí personas increíbles y aprendí nuevas cosas que me dejaron lecciones de vida y muchas ganas de volver a empezar. ¿Alguien dijo segunda temporada?, ¿gira? Quién sabe. Los mantendré informados.

Este domingo lloré. Atrás, mientras veía de lejos la obra que había montado con tanto esfuerzo y apoyo de los demás. Porque así es señores, aparte de ser una llorona sentimental, si logré esto fue por el apoyo de mis amigos, compañeros de trabajo, familiares, bloggers y muchas personas más que creyeron en mí y me ayudaron a cumplir, una vez más, la promesa que algún día le hice a mi abuelo.

Y como dije en la despedida, desde aquí, para ti abuelo. Para ti.




Puede haber terminado la temporada, pero no es el final de nada, sino el comienzo de algo nuevo, de algo maravilloso, una experiencia que nunca querré terminar. ¡Arriba Vodevil Producciones carajo!, ¡Se vienen muchas obras desde las tablas de Broadway!

17 noviembre 2008

Mi sueño

Disculpen por desaparecer, pero estuve concentrada en mi obra. No tienen idea de lo que he pasado estos días. Un sueño, eso es lo que estoy viviendo.


Todos esos días de estrés y desesperación han tomado significado. Todo valió la pena. Estoy en plena temporada y no puedo dejar de agradecer a todos los que me han ayudado a llegar hasta acá.

El estreno fue una locura, correr de aquí para allá. Prendan el micro 1, apaga el 4, ¿por qué no enciende el 3?, ¡el 2 está muteado! ¡Una verdadera locura!





En fin, escuchar los aplausos del público y poder dedicarle mi trabajo a mi abuelo es algo de valor incalculable. Recibir palabras de afecto y felicitación, o un mucha mierda por teléfono... no tienen idea.

Desde perder la extensión que conectaba el teclado cinco minutos antes de iniciar la función hasta tener que hacer yo misma los coros de la canción de cierre, son algunas de las cosas que me han sucedido. Sin embargo, todo sigue medio borroso, como si fuera un sueño. Aún no distingo las caras del público por las luces, aún veo como una neblina sobre el escenario después de cada número musical, aún no dejo de sonreir cuando veo a mis chicos bailando con una energía envidiable, aún no dejo de estar orgullosa de todo mi elenco y de todo lo que han demostrado en el escenario.

Los invito a ver mi obra, quedan sólo dos fines de semana.

Chiquitita, Una boda de ensueño
Teatro Canout - Sábs y Doms 5:30pm


08 noviembre 2008

Oh por Dios

Oh por Dios, oh por Dios... faltan cuatro horas y media... voy por mi RedBull para aguantar (lo sé, me dijeron que no pero sino no la hago).

Me quito al teatroooo, nos vemoss!!!!