Matricidio

- ¿Y?, ¿qué fue con el depa?
- Nada, para ese precio compro una casa
- ¿Cuánto era?
- 650
- ¿Mensual?, ¿tanto?
- ¡Sí, sí!, ya te dije, muy caro
- Pero, ¿estás seguro?, ¿o llamo yo para confirmar?, ¿me estás diciendo la verdad?
- ¡Caracho, te estoy diciendo que sí!
- Ah entonces llamo pues, ¿llamo?
- Si quieres pues... yo ya te dije
- ¿Y cómo quieres que haga yo con la bebe?, ¿o tú la vas a cuidar todos los días hasta las ocho que yo regrese del trabajo?
- No sé pues
- Ya te dije que estamos muy lejos de todo, tenemos que mudarnos, pero tampoco a suburbios porque todo queda lejos. ¿Cómo piensas que la bebe irá al colegio?, ¿quién la recibirá al regreso?
- ¡No sé pues, dile a *** que la reciba. Le das sus 100 soles y verás cómo te hace el favor!
- ¡Ay tú piensas que la gente va a estar a disposición de uno siempre!

Al otro lado de la mesa, murmurando.

- Di en voz alta: ¡Papá, ya no molestes!
- ¡Papá, ya no molestes!
- Otra vez: ¡ya no molestes a mi mamá!
- ¡Ya no molestes a mi mamá!

A veces uno se pregunta si en verdad casarse vale la pena. Felizmente tengo a mis padres para recordarme que sí.