Para las madres

Mañana es el día de la madre por esta parte del mundo y - vaya que sí - ya está todo preparado para que mi mamá la pase de lo mejor.

Hoy hicimos unas compras para complementar la cosa, mi regalo está listo y a salvo en mi habitación, la reservación en el restaurante está hecha, el hermano de mi madre está en camino a Lima, las tías, los tíos, los primos y primas, los nietos, sobrinos, todos. Todo está listo. Nada más espero que mañana no haya ningún inconveniente. Hasta mi ropa está lista, cosa que no pasa con regularidad... soy de las que se pone lo primero que encuentra al abrir el cajón, pero esta vez la tengo lista en mi cómoda. Según mis cálculos, no falta preparar nada.

Pero, el día de la madre no sólo lo celebra mi mamá. También mi abuelita, mis tías, una que otra amiga - real o cibernética - y bueno, muchas personas más alrededor del globo. Madres hay de todo tipo; la mía, por ejemplo, es de las hogareñas, cariñosas, tímidas a veces, renegonas frecuentemente, pero así se hace querer, así no más, simplemente siendo como es. Mi madre es de las que ya no hay. No quiero parecer conchuda, pero si hay algo a lo que le tengo tirria es a lavar ropa. No lavo ni un trapo, mi mami lo hace todo, y nunca me reclama, pues sabe que lo detesto. Cuando estoy en la calle y veo un chocolate, una rosa o cualquier detalle que sé que le gustaría, lo compro. Me encanta llegar a casa con las manos llenas de un obsequio que le gusta y recibir una sonrisa y un abrazo de agradecimiento. Vaya que me gusta engreírla. Soy de caminar de la mano con ella, no me gusta soltarla al cruzar la pista... no por mí, sino porque siento que me toca a mí protegerla. Mi mami se ha ganado todo mi cariño, y no por ser mi madre biológica, de sangre... sino por ser como es. En mi familia hay muchas personas que no se han ganado mi cariño o respeto, pues el hecho de tener un vínculo de sangre no es ley para mí que establezca una regla que me haga quererlos. Respetarlos, de hecho, pero no quererlos del todo. Mi mamá, en cambio, por ser mi madre y por ser la persona que es, y en consecuencia, por la persona en la que me ha convertido, se ha ganado mi amor entero. Todo mi corazón es de ella, para ella y si algún día ella quisiera podría hacerlo pedacitos, pero no lo hace, lo cuida tal y como yo la cuido a ella. Mi madre es única.

Saben que me gusta el teatro, así que aquí les pongo una listecita de las cuatro madres que más me gustan (salidas de la imaginación de muchos escritores), a ver si con alguna identifican a la suya:


Edna Turnblad, de Hairspray

Esta es la mamá simpática, carismática, inocente, pero muchas veces imprudente.

Es bella - como todas las mamis - noble, tierna y es de aquellas que se hacen querer rápidamente.


Donna Sheridan, de Mamma mía

La sex symbol en su juventud. Muy guapa e independiente. Es capaz de llamar la atención de cualquier hombre por su belleza y personalidad.

¿Si es tímida?, ¿insegura? Por favor, estamos hablando de Donna.


Camila, de In the Heights

Cuando se trata de madres que toman la situación por las riendas y ponen a su familia en acción, hemos de referirnos a Camila.




Madre, de Passing Strange

La mami anticuada, pasada de moda, pero muy noble. Sigue y hace seguir a sus hijos las clásicas costumbres de ir a misa todos los domingos y ser unas personas muy responsables. Podría ser considerada un fastidio por algunos hijos, pero mas bien deberíamos pensar en ser hijos más comprensivos para entender que este tipo de madre está entre las mejores.


Y bueno, ahí les dejé la lista. Mi favorita es Edna :D Para terminar y hasta mañana: No es necesario un regalo grande, una rosita de a sol, un chocolate, un beso y un abrazo. Total, es su día, lo importante es pasarlo con ella.

¡Feliz día de las madres!

Aquí mi mami y mi abuelita.