Escrito por una gallina

Me siento demasiado inexperta, novata, monse, niña, idiota y muchos otros adjetivos más como para hacer una crítica a esta performance.

Hoy fue la última función en la Sala Lumiere de la Alianza Francesa a las siete de la noche en punto (sip... como pocos eventos en el Perú, empezó puntual). Yo - como siempre, cuando tengo tantas ganas de ver algo o a alguien - llegué tempranazo... una hora antes. En realidad llegué tan temprano porque quería escaparme de la clásica reunión dominical que se realiza en mi casa todas las semanas; así que chapé micro y fui a Miraflores.

Para mi suerte, pude convencer a una gran amiga mía (siii, la tormenta ya pasó) para ir juntas. Ella detesta este tipo de presentaciones, pero siempre la logro disuadir. En fin, ella llegó cuando yo ya estaba bien entretenida platicando con dos amigos que encontré en la cola de la boletería, se me acercó y compramos las entradas. (Al fin!!, eran cinco para las siete).

Cuando entramos a la sala yo tenía la cabeza gacha mirando mi entrada para ver qué numero de asiento me tocaba.

- Hmm, 17, ¿dónde está el 17? - dije yo bien ilusa

Cuando levanté la mirada noté que toda la gente hacía caso omiso del número de asiento y se sentó donde le parecía.

- Oe qui, tamare...

Tomamos asiento lo más rápido que pudimos y esperamos a que apaguen las luces.

* De verdad... haría crítica si me sintiera capaz... *

Lo gracioso era que las palabras que repetí continuamente fueron A la mierda, ¿Cómo hace eso?, Dios... ahorita se da de alma. Nunca había visto a alguien tan elástica y camaleónica. Disfruté bastante de la puesta, pero mi cuello no tanto... escojan sala en bajada para la próxima pue!

En fin, lo que sí puedo decirles es que salí estupefacta. Es - según recuerdo - la única vez en la que he estado, literalmente, con la boca abierta durante toooooda la presentación. Les diría que vayan a verla pero, lamentablemente, ya terminó.

No sé por qué no me paré al final... me dio roche la verdad. Pero son muy pocas las obras que me han hecho sentir unas ganas increíbles de aplaudir de pie. Jime, maestra! sí, sí, Guillermo Castrillón también XD