Desde la oficina

No escribo hace varios días pues, sinceramente, no tenía idea sobre qué hacerlo. Sin embargo, creo que lo que me ha mantenido ocupada las últimas jornadas son actividades dignas de contarse.

En primer lugar, con mucho orgullo, les cuento que ya tengo empresa :) Mañana tengo que ocuparme del RUC y listo, al fin la empresa es oficial. ¿El nombre? Pues resultó de algo muy curioso. Tenía uno que me encantaba, fui a hacer la búsqueda de índices y todo, pero para mi mala suerte, ya existía uno similar... así que me chotearon. Luego de darme contra el muro (no, no como la canción) decidí recurrir a la imaginación de mis amigos. En el msn me encontré al Imberbe - los que leen su blog deben saber que creatividad es lo que le sobra - y dio con un nombre que, si bien lo inventó en ese momento, me sonaba muy familiar. En realidad, lo escribió muy diferente al que me hacía recordar, pero la fonética me retumbaba en la cabeza, hasta que di con el verdadero y, señores, he aquí el nombre y el logo de mi naciente productora:


¿No les gusta? Piña pe, a mí si :D

Luego de sudor y lágrimas, largas caminatas, papeleos interminables, almuerzos de sopa Ramen, pelas en DVD pirata, al fin, mi empresa inscrita en registros públicos. ¡Gracias Notaría Tambini! Sí pues, le hago su cherry porque tuvieron la santa paciencia de explicarme paso a pasito qué debía hacer después.

Mi cuarto se ha vuelto oficina. Aquí nos reunimos producción para hacer las llamadas a las empresas, tipear e imprimir cartas, sellar sobres, diseñar vestuario, tomar medidas, escenografía, etc, etc, etc. Es más, mañana llegan unas cosas de escenografía y mi habitación también será almacén.

¿Qué puedo decir?, ¿si me incomoda? Nada que ver. Todo lo contrario. Primero porque amo mi trabajo y me encanta que se haga en la comodidad de mi cuarto que, debido a que a cada rato viene gente, anda muy ordenado (daría roche tenerlo sucio y desordenado cuando viene gente peee) Además, hoy - aprovechando que estaba cerca - hice una parada en Plaza Vea y compré unas cosas de escritorio que creí nunca necesitaría ver en mi cuarto: tampón, sello, archivador, paquetes de sobres manila blancos, engrapador (siempre usé el de mi hermano), grapas (el de mi hermano nunca estaba cargado) y no sé cuántos lapiceros. No sé... pensé que me incomodaría tener a tanta gente metida en mi cuarto, con cosas de oficina que lo haría ver serio, pero para nada, estoy disfrutando el proceso más que nunca. Es paja tener un equipo de la putamadre que hace su trabajo y ayuda increíblemente. No estoy estresada, estoy tranquila. Todo está saliendo bien, todo a su tiempo.

Casi no he ido al teatro, bueno sí, pero no para ver obras pues, sino para trabajar. Es curioso que lo que antes veía de lejos - o simplemente no veía - es ahora lo más importante en mi vida, lo que le da forma. Estoy conociendo gente que me ayuda y enseña cosas nuevas. Me encanta el hecho de que en este ambiente haya personas tan buena onda que, sin importar que apenas sea mayor de edad, me enseñan todo lo que saben, se lanzan conmigo a cumplir un sueño y creen en mí. El simple hecho de que gente deje de hacer otras cosas por trabajar conmigo es increíble. Cuando los actores me dan el sí luego de leer el guión, cuando me dicen bien hecho, cuando me tocan el hombro en señal de felicitación o de apoyo, cuando creen en mí... gente, creo que estoy soñando. No sé qué hice en mi vida - o en una anterior, tal vez - que ahora me pasan tantas cosas buenas. Claro que muchas veces quiero tirar la toalla, quiero tirarme a dormir y regresar a esa vida donde lo más estresante y difícil eran los exámenes finales... pero me basta con mirar a mi alrededor para sentir ganas de levantarme, me basta con recordar a mi papá mundo para continuar y hacer las cosas mejor. Soy feliz, soy increíblemente feliz. ¿Y ustedes?, ¿cómo están? Espero que de la putamadre.

--> Les dejo el link de un video que hice de este sábado. Está más o menos la verdad, pero disfruté mucho entrevistar a la gente.