La Parada Artística

Tienes que soñar en grande para ser grande.

16 octubre 2007

Apuros linguísticos

Estaba en mi clase de Lenguaje II hace un par de horas, cuando escuché la voz de mi particular profesora, y digo particular porque es de ésas que son únicas, simpáticas y muy agradables, un caso muy raro cuando de profesores universitarios se trata:

- Ay Caro... todavía no he podido ver toda la película...bueno, la he visto más o menos.

¿Más o menos?, ¿cómo algo se puede ver más o menos?

- No tuve tiempo estos días, ya sabes, con los parciales y eso.
- ¿Todavía no la ve?

Y yo que esperaba que me la devolviera pronto...

- No...pero cuéntame, ¿cuál es mi personaje?, ¿cómo es?, cuéntame un poco...

La pregunta que tanto me temía. Para mis amigos cercanos no es nuevo que me guste el arte, y últimamente, el teatro. Así que estos días he estado montando una obra, un musical para ser exacta. Le ofrecí un papel a mi profesora, no tan participativo...por decirlo de alguna manera, pero muy importante, pues aparece al inicio de la obra. Y nunca le había dicho qué personaje representaría, sólo le ofrecí el papel y aceptó de inmediato. Sentí que es de esas personas que eligió una carrera convencional para no ir contra la corriente, pero que en el fondo quería ser artista... como yo.

- Pues... es un personaje muy importante en la obra, pero sólo sale en la primera escena.
- ¿Tan poquito?, ya pues Carolina, dame más participación.
- Es que la trama es cuando los principales están de vacaciones, y usted interpretaría una profesora de arte...entonces, sólo sale al inicio, pues comienza con el último día de clases.

Probablemente ya saben de qué obra hablo, pero mejor no digo el nombre porque quiero que sea sorpresa para los poco ilustrados que aún no dan con la respuesta.

Me había puesto su cara de decepción, la clásica del perrito triste. Pero no me podía dejar convencer, si abuso de un personaje puedo matar la trama.

- Pero también participa en el primer musical, en la apertura de la obra. Y no será una sola función, sino varias, será todo una temporada.
- ¿Ah sí?, ¡qué bien!. ¿Tú estás en Comunicaciones, verdad?
- Eh...sí
- Claro pues, ¡toda una comunicadora!, qué bien... en serio qué bien que hagas estas cosas.

Ahí terminó la conversación. Me gustó lo que me dijo, pues me hizo sentir que estoy haciendo las cosas bien, no como otras que simplemente se limitan a criticar y a desalentarme. Clásico de los conformistas y frustrados. Es en estos momentos cuando más extraño a mi abuelo, él era el único que me entendía, alentaba y además, ayudaba. Cuántas cosas me hubiera gustado preguntarle... y lo que más me duele, es que la última vez que hablé con él, le prometí ir a visitarlo esa semana... promesa que nunca cumplí.

Recién me doy cuenta de lo estúpido que suena el título de este post...bah, no se me ocurre nada más.

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