La Parada Artística

Tienes que soñar en grande para ser grande.

24 agosto 2008

¿De dónde te salió todo ese afán por la cultura?

Hoy tuve un buen día.

Mañana es el cumpleaños número 54 de mi madre, así que lo celebramos hoy aprovechando que era domingo. Amanecí cansadísima por la mala noche que tuve por cortesía de una persona que ya está fuera de mi vida, por lo tanto, estoy mucho más tranquila.

Salimos a comer al mismo restaurante de siempre - mi mamá es de las que no cambia de restaurante así no más - y, mientras estábamos en el auto esperando a entrar aproveché para convencer a mi hermano de que me lleve a la exposición de Vargas Llosa.

- Anda pues, que con carro no es tan lejos.
- Tú hubieras sido feliz de haber nacido en Francia o en Inglaterra, ¿verdad? ¿De dónde te salió todo ese afán por la cultura?

Cuando me hizo esa pregunta no pude contestar. Muchas veces he escuchado a actores o cantantes contar el momento exacto en que nacieron sus pasiones: yo no tengo ni la menor idea. Desde que tengo razón me gusta el arte. De chica fue dibujar, luego pintar. Años después fue la fotografía y más tarde me interesé por la filmación. Sí, filmación porque lo que grababa eran películas. Siempre me gustó escribir, aunque, al comienzo se me hizo muy difícil porque no tenía una ortografía decente. Con los años leí todos los libros que pude con el objetivo de mejorar mi escritura y poder componer poemas, canciones, cuentos y, muchas veces, guiones. A la criolla claro, nada que estructura ni reglas de un guión, simplemente los diálogos de los personajes y algunas aclaraciones de cada escena. Todo, claro, me fue enseñado por mi abuelo.

Ya he hablado muchas veces de él, pero nunca tan a fondo como me hubiera gustado. Él solía decir que yo era sus ojos - padeció de catarata y perdió la vista de un ojo - y empezó a enseñarme cómo se utilizaba cada extraña herramienta de su escritorio. Crecí entre plumas, pinceles y punzones de todos los tipos; sin embargo, su utilización fue de sencillo aprendizaje.

Desde que tengo memoria me he sentido interesada por todo lo relacionado al arte, aunque de chica me daba miedo algunas fotos de los libros y prefería no abrirlos. Ya de grande la cosa cambió y conocí a Van Gogh, Monet, Gauguin, Da Vinci y otros artistas que me anonadaron con sus obras. Empecé con Harry Potter de Rowling pero luego me pasé a García Márquez, García Lorca y, por una bizarra atracción hacia el thriller, Brown y otras veces a Roncagliolo. Mis estanterías pasaron de estar llenas de dibujos y poemas a plagarse de más libros de los que podía leer (tengo varios que no he abierto aún por falta de tiempo) y también de portarretratos con fotos tomadas por mí en distintas etapas de mi vida. Empecé a escribir guiones basados en mis sueños a falta de ideas creativas ocurridas en momentos del día y a pasar muchas horas frente al ordenador aprendiendo diseño y haciendo varias páginas web de distintos conceptos tratando de hallar el mejor (cosa que me ha servido para ganar la experiencia necesaria para diseñar la web de mi productora).

Soñé con tener mi empresa y ser mi propio jefe, pues nunca fui buena siguiendo órdenes, sino haciendo las cosas a mi manera. Quise compartir este sueño con mi abuelo pero la vida me lo arrebató antes de tiempo, así que tuve que afrontar la idea de encaminar ese proyecto sola. Traté de compartir esa idea con muchos amigos pero nunca me funcionó, hasta que me di cuenta de que debía dar el primer paso sola, ya luego esperar lo que me traería la vida.

Nunca me gustó ir de amanecida a las discotecas de Miraflores y Barranco, a pesar de ser mis distritos favoritos de Lima. Nunca sentí curiosidad por el trago o el cigarro, preferí quedarme en casa a pensar en lo que haría después de haber logrado algo. Siempre quise más. No sé si eso sea bueno, pues suelo estar llena de proyectos y estresarme mucho, pero luego me doy cuenta de que si bien es una presión alucinante la que siento, es agradable disfrutar los resultados. Más aún cuando son buenos.

Me paso las tardes en el teatro o en el cine, o tal vez escribiendo o leyendo. Quiero hacer más obras, estudiar en NY, leer más libros, escribir uno, hacer películas y ser recordada como alguien que hizo todo lo que quizo, y sino, como alguien que lo intentó. No quiero quedarme imaginando lo que sería si hiciera algo, sino ver los resultados de haberlo intentado.

Mis hermanos bromean mucho sobre de dónde me salió este amor por el arte y que poco encajo en Lima, pero yo opino todo lo contrario. Luego de haberlo analizado sé que amo el arte porque me recuerda a mi abuelo y a lo único que compartí con él. Y de qué manera. También sé que encajo en Lima porque soy una más de las personas soñadoras ansiosas por cumplir sus metas antes de tiempo, no por nada llevo 8 o 9 cursos por ciclo, pues me siento impaciente por terminar de estudiar y decidir qué hacer exactamente con cada día de mi vida. Quiero hacer muchas cosas más pero temo que no me alcancen los años. A veces hasta me pongo a contarlos para ver a qué edad terminaría de hacer todo lo que quiero... mejor ni contarles.

No sé qué me traerá la vida, pero sé que todo sucede por alguna razón. Estoy disfrutando el hoy expulsando todo lo malo y absorbiendo lo mejor. Me levanto temprano para aprovechar el tiempo, leo lo más que puedo para empaparme de lo que amo - que gracias a Dios también es lo que estudio - , les digo a mis papás que los quiero y procuro no irme enojada con nadie antes de acostarme. Le rezo a mi abuelo todas las noches, aunque esto me trae precisamente a aquello que aún no soluciono en mi vida: no hablo con Jesús hace mucho tiempo.

Hace un año, y durante el mismo mes, se llevó a los dos seres que más amé en la vida. Estuve resentida con él y prefería no hablarle. Ahora no me siento enojada ni nada por el estilo, pero no es lo mismo. Prefiero contarle mis problemas, hacer promesas y pedir - como todos creo - a mi papá mundo. No sé si sea malo, sólo sé que desde que se fue empezó a representar una parte mucho más importante en mi vida. Ya no es simplemente alguien con quien compartía el gusto por algo, sino que es mi maestro, amigo, responsable de mis logros y, claro, el ángel con quien hablo a diario.

5 comentarios:

MuSa AnTiSoCiaL dijo...

heyyy yo tb tenia miedo de abrir algunos libros ....ay eres la version buena de mi !!!!

Cys dijo...

Eso de estudiar lo que amas debe ser lo máximo. Ojalá algún día sepa lo que se siente, sniff :(

Caro dijo...

- versión buena de tí? :)
- Estudiar lo que amo es lo máximo, aunque a veces me hace odiarlo XD, todo en exceso es dañino. Sin embargo, luego de analizar bien la situación y recordar por qué estoy haciendo lo que hago me relajo y sigo disfrutando :)
Por cierto, nunca es tarde para estudiar lo que uno en verdad quiere ;)

Anónimo dijo...

oie pero estar enojada con dios no es bueno. seria bueno que converses con el y hagan las pases.

oye y cuando otro documental? lol

Anónimo dijo...

Chévere.

Yo también disfruto mi trabajo. Bien por nosotros no?