La Parada Artística

Tienes que soñar en grande para ser grande.

16 septiembre 2007

Il Cavalieri Inexistente

Un caballero que no existe; sin embargo, es más aguerrido, valiente y honorable que los existentes. Esta historia escrita por Ítalo Calvino en 1959 muestra las dos caras de la moneda: por un lado, Agilulfo, una abstracción que jura que existe, y por el otro, Gurdulú, su escudero de exagerada corporeidad que extrañamente no tiene ni idea de su existencia...¡vaya par que Calvino nos plantea!

Como siempre, el sentido de mis posts no es contar la trama de lo que leo o veo, así que más lejos no iré. Simplemente puedo comentar que es una obra que me gustó mucho, no es pesada de leer (me tomó un dia) y es sumamente entretenida, pues no es la clásica historia que gira en torno a un personaje principal, sino que ésta tiene unos cuantos, y de todos, narra una historia original, que misteriosamente terminan conectándose de manera increíble.

Me encanta la prosa sencilla que Calvino utiliza, no se complica a la hora de escribir; sin embargo, no deja de lado totalmente a la lírica, pues partes de su texto poseen la musicalidad y consonancia de muchos poemas.

Me estoy yendo por las ramas, lo importante de esta obra es el mensaje que Calvino tiene intención de dejar con las últimas líneas:
—Aprenderá también él... Tampoco nosotros sabíamos que estábamos en el mundo...
También a ser se aprende...

"También a ser se aprende...", o como en Alicia en el País de las Maravillas: "Nunca te imagines ser diferente de lo que a los demás pudieras parecer o hubieras parecido que fueras, si les hubieras parecido que no eras lo que eres." Por esto concluyo que nunca somos un único ser, sino varios: el que somos, el que creemos ser, el que nos creen los demás, el que deberíamos haber sido...y tantos otros más. Son tantas ideas principales que podría extraer de esta obra que se me hace muy complicado resumirlo en una entrada de este blog.

Podría decir mucho de esta obra, pero hace buen tiempo que no duermo mis seis horas seguidas, y ya estoy alucinando que la almohada me está hablando...

Hasta una próxima ocasión.

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