Varada en Miraflores, una vez más.

Hace unos días leí en internet sobre el FestiAnima y pensé que sería buena idea ir a ver unos cortos animados para inspirarme para hacer mi trabajo de Historia del Cine. Era en los multicines UVK en Larcomar así que me animé aún más (me encanta Miraflores).

Antes tuve reunión de producción en el Café Z así que fui a ver los cortometrajes con una amiga - a quien, para mi suerte, le gusta el mismo tipo de cine que a mí - y nos dirigimos a la ventanilla de los cines.

- ¿Aún proyectan cortos del Festinanima? - pregunté
- Sí, sí.
- ¿Cuánto está la entrada?
- Cinco soles.
- Y, ¿qué cortos hay o cuánto duran?
- ...
- ¿A qué hora comienza la función?
- ...
- ¿Tienes idea de algo sobre el Festianima?
- ... mi amigo de la otra ventanilla sabe más. - me respondió con una cara sonriente como si nos hubiera resuelto el problema.

La cuestión es que estaban super desinformados y como no nos queríamos quedar con las ganas de ver los cortos compramos las entradas con la esperanza de que no terminen tan tarde. Craso error. De corto no tenía nada, entramos a las 9:42pm (no me pregunten por qué le precisión de la hora) y salimos pasadas las once de la noche.

Habíamos pasado una noche muy particular luego de habernos metido al baño de hombres por error (es gracioso... me sucedió algo muy parecido a lo de mi primer corto que hice en la u...) y con un frío de miércoles por haber salido desabrigadas confiándonos en el solazo que hubo horas antes. Y ahora, estábamos varadas en Miraflores.

Soy una cobarde y creo mucho en las historias de los taxistas violadores así que tomar taxi no era una opción. No pasaba ni media combi así que ambas empezamos a preocuparnos.

- ¿Y ahora?
- Tamare, me van a matar en mi casa, dije que llegaría a las diez.
- ¡Voy a llamar a mi hermano!, ¡él siempre juerguea en Gótica!

Mai. Remai. Mi hermano estaba un poquiiiiiiiiiiito borracho así que me colgó el teléfono sin captar la idea de que estaba varada en Miraflores. De pronto recordé que mi hermana también debía estar por el distrito y decidí llamarla a ella. Mi angelito. Me rescató del peligro de las calles y me jaló en el carro de su amigo (con él mismo manejando) hacia... lo que yo juraría iba a ser nuestras respectivas casas... una parte más adelante de Angamos... donde habían combis. Nos bajamos del auto y corrimos hacia el primer transporte público que pasó.

Mi amiga llegó a salvo a su casa y yo también (aunque casi no lo logro porque la carcocha a la que me subí se paró cuatro veces porque ya no jalaba).

En fin, ¿moraleja? "Mi hermano no me sirve cuando está borracho. Mi hermana es muy buena pero amarrete, ya que no nos terminó de jalar porque no pusieron más gasolina como para llegar. El corto de unos hippies pastrulos y una animación malaza superó a mil - en cuanto a trama - a muchas superproducciones animadas que se hacen por estos lares. Necesito carro propio."

Aquí el trailer de Wood & Stock - Sexo, Orégano y Rock'n'Roll, el largometraje que vi ayer en el cine.

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